Enséñame a creer en tu “dios”
- Porque mi Dios eligió la pobreza para encarnarse
- Porque mi Dios se esconde en lo frágil, en lo débil, en lo pequeño, en lo despreciado de este mundo, en lo que pasa desapercibido
- Porque mi Dios no tiene otro poder que el Amor
- Porque los milagros de mi Dios solo se manifiestan a través de las personas
- Porque mi Dios me ha dado libertad y eso me hace responsable de mi vida, de la de los otros y de la creación
- Porque mi Dios no me va a liberar de la enfermedad ni de la muerte física
- Porque mi Dios nunca me prometió triunfos, riqueza, honores
- Porque mi Dios sufrió humillaciones, oprobios…
- Porque mi Dios no pudo hacer algo ni siquiera para evitar que mataran a su Hijo, su Amado, su Predilecto
Pero ¿sabes? Mejor no… Me quedo con mi Dios ¿por
qué?
Porque mi Dios no falla
Mi Dios está siempre conmigo como lo prometió: en
los días grises y en los soleados, en la enfermedad y en la salud, en mis
fracasos y en mis éxitos, en mi dolor y en mi alegría
Me quedo con mi Dios porque…
Al otro lado de mi cuarto. Mi Dios busca cualquier oportunidad para hacerse presente y dar vida. |
- Me sostiene, me tiene tatuada en la palma de su mano
- Me da fortaleza, me regala paz
- Me insiste en no tener miedo
- Sale a mi encuentro cuando me extravío
- Me perdona incansablemente (no es rencoroso, no lleva cuentas, no castiga)
Me quedo con mi Dios porque me ama con locura
¿Qué puedo pedirle a un Dios así? Ante un Dios así
las peticiones se tornan silencio y en la oración solo hay lugar para la acción
de gracias y la entrega de la propia vida. “Lo que Tú quieras Señor”
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