miércoles, 18 de marzo de 2020

"SIGO CON MIS SUEÑOS Y DESEOS"


Ojalá esta situación que nos está tocando vivir nos sirva para aprender algo y valorar lo realmente importante en nuestras vidas
¿Te has parado a pensar cuántas cosas te sobran en este momento?
¿Para qué te sirve el dinero almacenado en el banco?
¿Para qué tanta ropa en el armario?
¿Qué puedes hacer ahora con tus triunfos y éxitos?
¿En qué te ayuda la decoración de tu casa?
¿Acaso no es más saludable comer lo que tú cocinas que en la calle?
¿Con quién mejor que con tu familia para compartir, disfrutar y pasar el día?
¿Realmente eras feliz con tu trabajo, con tus compromisos, con tu forma de administrar tu tiempo?


Ojalá nos detengamos a reflexionar sobre nuestras pobres y, muchas veces, superficiales vidas, nuestra forma de estar, nuestra forma de ser, de relacionarnos con los otros, con las cosas y la creación, nuestro hacer, nuestros deseos y aspiraciones, en qué invertimos el tiempo y con quién, cuál es el sentido de nuestra vida…

Somos tan frágiles que un ser microscópico puede hacer que en cuestión de unos días todo acabe. ¿De qué habrá servido…? ¿Qué quedará de nosotros cuando ya no estemos? Y si eres de los afortunados que pasa esta etapa como una de las peores pesadillas vividas ¿en qué cambiarás, o piensas seguir igual que hasta ahora?

¿Qué nos queda cuando nada ni nadie puede alargar nuestra vida ni tan solo un segundo? ¿Cuándo sabemos que no hay antídoto para la enfermedad? ¿Cuándo…?. Agarrémonos al Señor con la confianza de que siempre está y estará a nuestro lado y nos proveerá en cada momento de lo que más necesitemos (fortaleza, consuelo, esperanza…). Recordemos y hagamos nuestra la petición de San Ignacio de Loyola “Dame tu amor y tu gracia que ésta me basta”. Sintámonos sostenid@s y acompañad@s porque igual que hizo con Jesús en su Pasión, ahí está y ahí estará mientras llega el momento del encuentro definitivo.

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