¡Cuánta
gente en todo el mundo encerrada en casa para que este virus no haga más
estragos!
Los
primeros días muchos se lo toman como un descanso, como unas vacaciones… pero
¿y cuándo ya llevemos dos semanas, tres o más?. Ya hay quienes expresan su
desesperación y lo ven como una tortura. El cómo se viva esta situación depende
de cada uno independientemente de si vives solo@ o acompañad@.
Solo
hay dos formas de verlo:
Como una catástrofe.
Si lo miro con actitud derrotista no tardarán en aparecer los sentimientos de
desolación, tristeza, desgana, apatía. angustia… Recordemos que en el campo de
concentración donde estuvo preso Víktor Frankl (fundador de la logoterapia), los
que primero enfermaban y morían eran aquellos que no tenían una razón o sentido
por el que vivir. Alimentar nuestro ser con vídeos y noticias alarmistas no nos
ayuda. Seamos maduros para discernir que
aquieta o turba nuestra alma y elijamos responsablemente lo que nos da salud
integral
Como una oportunidad.
Si mi mirada y mi actitud es positiva, veré esta situación como un medio para
crecer a todos los niveles, para cuestionarme sobre cómo vivo y hacia dónde
quiero orientar mi vida, para reconocer mis errores y no volver a repetirlos,
para pedir perdón… para encontrarme con el Señor, que siempre está esperando y
pocas o ninguna vez acudimos a su encuentro. Busquémosle en el silencio… allá
en lo más profundo de nosotros está todo el amor, la paz, la fortaleza y la
esperanza que necesitamos. Aprovechemos para alimentar nuestra alma de su
Palabra…, leamos libros que sacien nuestra sed de Dios, miremos alguna película
de santos…Ahora vamos a tener más tiempo para hacer esas cosas que siempre
quedan pendientes. De ti depende cómo lo administras y a qué le das prioridad.
Sé creativ@ e inteligente
Enfermarse
y morir no es una desgracia. Esto es algo propio de la condición humana y tarde
o temprano llegará. Esto que nos sucede también es una oportunidad para
prepararnos.
Y
es que lo triste no es enfermarse y morir
- Lo triste es pasar por la vida de manera superficial, egoísta…
- Lo triste es no aprender de los errores
- Lo triste es no aprovechar las crisis como oportunidades para crecer
- Lo triste es culpar a los otros perpetuando la actitud de víctima, quejándome de todo y de todos para no tomar responsabilidad en el asunto
- Lo triste es esperar que un “dios” vaya a hacer por mí lo que me toca
- Lo triste será que cuando todo esto pase todos volvamos a lo de siempre
- Lo triste será que no hayamos aprendido algo
- Lo triste será que sigamos viendo a los otros como amenazas de quienes hay que defenderse o huir
¿Oportunidad
o desgracia? Depende de cómo lo mires y lo vivas. Tú decides.
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