Nuestra naturaleza, ésta a la que hemos vuelto la
espalda, ésta de la que hemos usado y abusado a nuestro antojo con nuestros
hábitos de consumo y la mala gestión y administración de los recursos… está en
cuarentena. Esta naturaleza que clamaba día y noche, esta naturaleza tan
defendida por unos pocos y tan silenciada por muchos… está en cuarentena.
Nuestra naturaleza: animales, plantas, árboles, ríos y
mares… está en cuarentena. También ella necesita recuperarse porque está
enferma por nosotros, por tanto daño que le hemos causado. Al fin puede
comenzar a respirar. Su mejor respirador, desgraciadamente, es que nos quedemos
en casa y quietos. Somos una amenaza y un peligro para ella. Necesita sanar, recuperarse…
está enferma… enferma de falta de amor
Si le damos tiempo podrá recuperar la armonía y la
belleza con que fue creada. Dios nos la regaló y… ¡Qué desastre hicimos!, ¡Qué
administradores tan nefastos!
Tengo la fe de que ella pueda ayudarnos a salir de esta,
de que pueda contribuir a restablecer el orden porque, como su sumo creador,
sólo quiere darse para juntos beneficiarnos. Confiemos en ella, colaboremos
con ella, sintámonos uno con ella… La necesitamos más de lo que ella nos
necesita… No nos necesita para recuperarse y es triste decirlo pero ¡al fin va
a poder respirar!
Muy bueno
ResponderEliminarSolo basta mirar el cielo para decir que la naturaleza está respirando