No sé quién eres, no sé cómo te llamas, pero para mí no has pasado desapercibida. Te encontré caminando. Quizás te corté la vida pero para darte vida. Cuando otros te conozcan al verte en la foto, ya te habrás secado pero tu imagen, tu presencia y recuerdo permanecerán
Así
como hice con esta flor, también nosotros podemos: dar vida a otros, dotar de
sentido su existencia, fortalecer al débil, dar esperanza a quien siente
angustia ante el futuro, colaborar para que quienes se cruzan en nuestro camino
se sientan importantes, valiosos, queridos…
La
obra más grande que podemos hacer por alguien es que se sienta amado, y esto
solo es posible desde la acogida, la ternura, el respeto, la paciencia, la
tolerancia, la aceptación…
Amando
sanamos heridas, liberamos de ataduras, damos luz a quienes andan en tinieblas,
resucitamos a quienes ya están muertos en vida
Y
es que en el corto tiempo que dura nuestra existencia, la misión no está en
hacer mucho sino en amar mucho y en todo momento: cueste lo que cueste, sin
importar el qué dirán…
Toda
vida es querida por su creador… amemos las obras de tan excelente artista como
Él nos ama a nosotros, así permaneceremos en su amor
muchas gracias, esto se logra solo con su gracia.
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