Hay un Amor
que se nos regala gratuitamente mientras vamos por el camino de la vida
mendigando amores que no terminan de satisfacer y colmar nuestra sed
Hay un Amor
que se nos ofrece en todo momento, no hay ni siquiera un instante en el que no
se desborde sobre cada uno de nosotros.
Si realmente
deseas un amor así en tu vida tan solo tienes que abrirte a él, acogerlo,
abrazarlo… ¿Te cuesta, no serán sus miedos y resistencias? ¿Sientes una lucha
interna en la que por un lado lo deseas pero por otro te cierras? ¿Quizás miedo
a perder el control, a dejar de ser tú, a saltar al vacío, a que tu vida
cambie, al compromiso…? ¿Te has parado a pensar si el cerrarte a este Amor no
estará repercutiendo negativamente en tu forma de mirar, de relacionarte con
otros, en tu salud, en tu estado de ánimo, en lo que haces…?
- Las quejas y lamentos nos cierran al Amor
- La incertidumbre y los miedos nos cierran al Amor
- La desconfianza, las preocupaciones y dudas, nos cierran al Amor
Cada momento,
cada instante, está sembrado de su Amor y es una oportunidad para abrirnos a Él
- El Amor no es intermitente, se ofrece de manera continuada
- El Amor espera ser recibido, acogido, abrazado
- El Amor todo lo envuelve y habita
Solo quien se
abre al Amor puede entregarse completamente independientemente de la vocación a
la que haya sido llamado. Cerrados al Amor solo daremos migajas de nuestro
tiempo y de nuestra vida, nuestra entrega estará limitada por nuestras
creencias, condicionamientos, resistencias, miedos… Y haremos cosas sí, y seguramente
muy santas, e incluso nos admirarán y felicitarán por ello pero no tendrán su
origen y raíz en el Amor. Y cuando el fundamento no es el Amor… todo se
desmorona y acaba cayendo.
Solo quien se
abre al Amor puede entregarlo todo porque ha recibido TODO
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