jueves, 15 de abril de 2021

“TE AMA TANTO QUE TE REGALA LO QUE MÁS QUIERE”

 

La Palabra de Dios, como dice un buen amigo y hermano, es Palabra Viva porque nos habla a cada uno personalmente. La misma lectura no nos dice lo mismo hoy que hace un año porque hemos cambiado. Tampoco a la vecina le dice lo mismo porque nuestra historia, realidad o circunstancias son distintas.

Al hilo de esto quiero contarte algo que ayer mi hizo sonreír. Yo ya había tenido mi tiempo de encuentro personal con el Señor a través de su Palabra y me había dejado muy consolada. En la breve homilía de dos minutos en la eucaristía a la que asistí, coincidí con el sacerdote en la frase que resonó en nuestro corazón: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que quien crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna”. Juan 3,16. A mí me parece un regalo de Dios. Que me entregue a su Hijo único y querido: me habla de su gran amor por mí, de lo especial que soy para Él… me muestra el camino a seguir para ser libre y feliz por medio de las actitudes, enseñanzas y forma de vivir, estar y relacionarse de Jesús. Ante esto lo primero que brota en mi es el  agradecimiento. Lo que me sorprendió fue que el sacerdote ante esta frase dijo dos veces: ¡Qué tragedia!. La segunda vez hizo más énfasis que la primera. Seguramente para él es una tragedia y algo le estaba diciendo el Señor por medio de esa interpretación. Yo solo me sonreí,  miré a Jesús en la cruz y pensaba: “Para mí es maravilloso”.



Hoy a ti también Dios te entrega a Jesús. ¿Qué trata de decirte? ¿Cómo lo interpretas?. ¿Tragedia, regalo, fastidio, pérdida de tiempo…?.  



¿Entregarías a alguien a quien amas mucho por salvar a otra persona que sabes que te va a fallar, negar, traicionar, abandonar, ignorar…? Él lo hizo por ti y por mí. ¿A qué te invita esto?

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