“Todo lo hace Él”… estoy convencida… no tengo duda
alguna… pero lo bello de todo esto, no es saberlo sino experimentarlo.
Revisa tu vida y tu historia…
- Los sucesos y acontecimientos agradables y alegres… Él los provocó
- Las personas que te han mostrado su cariño a través de palabras, regalos, llamadas y otros gestos… las personas que te han acompañado… las personas que te han ayudado en las dificultades… las personas que han contribuido en tu crecimiento psicológico y/o espiritual, las personas que te han abierto puertas… Él las puso
Hemos podido
pasar la vida dando las gracias a aquellas personas que fueron ángeles en
nuestro camino cuando en realidad el mérito no fue de ellas sino de Él. Fue su
manera particular de expresarnos su infinito e incondicional amor. Todo lo hace
Él
De la misma manera,
nos hemos podido encontrar con personas que nos han agradecido por unas
palabras, una llamada, un whatsapp, un regalo, una visita… que nos han valorado
y admirado, que nos ensalzado… no nos atribuyamos el halago y los aplausos
porque no hemos hecho nada… Ha sido Él. Todo lo hace Él.
“Estaré con
vosotros todos los días hasta el fin del mundo”… así lo dijo y así lo cumple. Y
encuentra mil y una maneras de mostrarnos su amor cada segundo, unas veces de
forma más visible y otras de manera invisible.
Revisa tu día.
¿No ha pasado nada interesante? ¿Acaso no sigues con vida, acaso no pudiste
comer hoy, acaso estuviste solo, acaso…? Nos cuida, nos sostiene, nos acompaña,
nos da lo que necesitamos… ¿Crees que puedes hacer algo sin Él? ¿Crees que eres
autosuficiente? Pues te equivocas… no hay nada, absolutamente nada que puedas
hacer sin Él. Y si te convences, confías y crees que todo lo hace Él… los
milagros comenzarán a darse… primero en tu vida y luego en la de quienes te
rodean
No hay comentarios:
Publicar un comentario