Llevo varias semanas escuchando esta frase a una mujer en un grupo: “Quiero
ser Luz para mi familia”. Hoy ya le
interrumpí diciéndole: “Ni es Luz ni va a
ser Luz en su vida”. Se hizo el
silencio en el grupo y todas las miradas se clavaron en mí. Por un momento
pensé que se iban a ir pero lo cierto es que nadie se movió, se quedaron
esperando para ver cómo salía del lío en el que me había metido.
Ni tú ni yo somos Luz... porque
la Luz es Él.
Ni tú ni yo podemos ser Luz…
porque nos estamos atribuyendo un protagonismo que no nos corresponde. Nos
vamos a esforzar, vamos a poner todo nuestro empeño… y al no ver resultados nos
vamos a cansar y a frustrar
A lo único que podemos aspirar es a dejar ser a la Luz a través nuestro y para eso tenemos que abrirnos a la Luz. Nadie puede dar lo que no tiene.
Si yo no me he llenado de esa Luz y
si no le permito que pase… difícilmente va a poder llegar esa Luz a otros.
Somos como la luna… no tenemos luz propia pero podemos dejar que la Luz nos ilumine y que esa misma Luz ilumine a otros
El primer paso es abrirse a la Luz…
Ábrete a la Luz, ten paciencia y
espera… lo que suceda casi seguro que no tiene que ver con lo que creías o
imaginabas.
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