No sé cuál es tu
situación pero si estás viviendo un invierno interior espero que estas líneas
te sirvan de consuelo y te fortalezcan.
Hay inviernos más fríos
que otros, más largos que otros… pero el invierno es invierno y no a todos nos
gusta. El paisaje es desolador… aparentemente todo parece muerto y sin vida
pero sin embargo todo permanece sostenido de forma callada por nuestro Creador.
Así es en nuestras vidas… puede parecerte que has tocado fondo, que caminas sin
rumbo claro, que tu vida ya no tiene sentido… puedes sentir que nada ves o tal
vez las dudas y la angustia te atormentan, o puedes creer que ya no tienes
fuerzas, que nada sabes, o incluso sentir la debilidad y el cansancio de la
vida. Te tengo una buena noticia: “No estás sol@. Ese Padre Bueno que sostiene
la creación, también te sostiene y te sigue dando vida aunque no lo percibas”
Así como pasa el
invierno para dar lugar a la primavera y con ella vuelven las flores, los
frutos, las plantas y el canto de los pájaros… saldrás de tu invierno
fortalecid@ en el Señor y purificad@ de tanta miseria y pobreza encontrada.
Así como pasa el
invierno para dar lugar a la primavera, renacerás a una vida diferente en
libertad y podrás proclamar las maravillas que el Señor, a pesar de tu
debilidad, errores y pequeñez, ha obrado en ti
Todavía es invierno en
tu vida, lo sé… y tal vez sea un frío y largo invierno como nunca antes lo
habías pasado pero recuerda que la primavera tarde o temprano siempre llega.
Pídele su amor y su gracia porque solo con Él podrás mantenerte fiel y
conservar tu esperanza
Aprovecha este invierno
para rendirte enteramente a Él. Cuando te sientes desarmad@, confundid@, cieg@,
herid@, rot@... sólo queda Él, sólo Él puede sostenerte, sólo en Él puedes
poner tu confianza
Di como Jesús en la
cruz: “Padre en tus manos encomiendo mi vida”… y que Él se encargue del resto.
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