Todo tiene su tiempo…
de nada sirve correr, forzar, exigirse, afanarse…
Todo tiene su tiempo.
Ya nada es igual que hace cinco meses cuando empezó el confinamiento. No
insistamos en volver a la anterior normalidad porque ya es pasado. Nunca volveremos
a lo de antes porque hemos cambiado, porque las necesidades son otras, porque
las prioridades no son las mismas… porque todo ha cambiado.
No podemos proseguir
como si nada hubiera sucedido y tratar de negar lo vivido en estos meses
pasados.
Estos más de cinco meses no
están dentro de un paréntesis y por lo tanto no podemos poner un punto y
seguido y continuar sin dar la importancia debida a lo que aconteció en este
tiempo
Ya nada es igual aunque
nos empeñemos en querer que así sea. No podemos repetir los mismos esquemas de
conducta y de acción… Debemos revisar nuestras vidas, priorizar qué es lo
realmente importante… no podemos seguir enfrascados en los mismos compromisos
cuando han aparecido otras necesidades que urgen de una pronta respuesta
No caigamos otra vez en
la tentación del ruido, del activismo, de las prisas… Todo tiene su tiempo.
Éste es otro tiempo.
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