sábado, 15 de agosto de 2020

“SÍ”

 

La vida de Jesús fue un constante “Sí”… y hasta el final. Sí al amor, a la vida, a la misericordia, al servicio, a la compasión, a la entrega, a salir de Él… Sí a la voluntad del Padre

Un “Sí” a pesar de las críticas, de no ser entendido, del peligro, del rechazo, del abandono, de la injusticia, de las burlas…

Un “Sí” fiel porque tenía los ojos puestos en el Padre y eso le permitía tener claro su centro, su origen y su fin

Un “Sí” apoyado unas veces en la Presencia amorosa y otras en el Silencio

“Sí”… siempre “Sí” a lo que tuviera que ver con la Buena Noticia, con el proyecto del Padre, con el amor

Seguir a Jesús no es decir un día “Sí” sino decir “Sí” cada día:

  • -      A pesar de lo que digan o piensen otros
  • -      A pesar de las renuncias, dificultades o consecuencias
  • -      A pesar de la historia, del pecado, de la fragilidad, de la limitación…

Es un “Sí”…

  • -      Que se expone, que se arriesga
  • -      Que no se sabe a dónde puede llevar
  • -      A ciegas, confiado
  • -      Que no mide, generoso
  • -      Que se mantiene y es fiel en las pruebas
  • -      Incondicional
  • -      Sostenido por el amor y la misericordia de un Padre Bueno

Renovemos nuestro “Sí” cada día para que al final de nuestra vida podamos decir como Jesús: “Todo se ha cumplido”


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