“He visto la
aflicción de mi pueblo… he escuchado sus gritos… Yo conozco su sufrimiento”.
Éxodo 3,7
“¿Cómo voy a dejarte?... ¿Cómo no te voy a rescatar?....
¿Será posible que te abandone?...”. Oseas 11, 8
Sea cual sea tu problema, tu preocupación, tu angustia… Un
Dios Amor, Padre Bueno, te recuerda nuevamente: lo importante que eres para Él,
cuánto te quiere, que está presente en tu vida más cerca de lo que puedes
llegar a imaginar, que conoce tus anhelos pero también tus temores y
sufrimientos, que no te va a dejar
Él siempre cumple sus promesas. Él ha estado, está y estará.
Ante un Dios así solo queda hacer silencio, abandonarse,
confiar y descansar en Él.
Ante un Dios que nos ama ¿cómo no abrir nuestro corazón
para calmar nuestra sed de amor?
Pero cuidado porque no se trata de sentarnos a esperar que
Él nos resuelva las situaciones adversas por las que atravesamos o que tome las
decisiones por nosotros. Para ayudarnos a subir montañas, cruzar ríos o vencer
tempestades, pone medios a nuestro alcance (cualidades, personas,
oportunidades… el discernimiento…)
Está, nos acompaña, nos rescata, nos ama… pero hay una
parte que nos toca a nosotros.
Sabiéndonos acompañados y amados no nos detengamos, sigamos
caminando
Gracias Gloria por recordarnos que Dios nos ama y es fiel.
ResponderEliminarMuchas gracias!
ResponderEliminar