¿Cómo es tu relación con Dios? ¿Tal vez no crees en Dios y es nula? ¿Te limitas a cumplir los mandamientos y preceptos establecidos para agradarle y con eso te conformas? ¿Está basada tu relación en el interés, la conveniencia y en la súplica cuando surgen las dificultades?, ¿O en el temor a un posible “infierno”?, ¿O en ganar puntos y que te recompense?… Si te identificas con alguno de estos casos es que no has conocido a Dios y te tengo una gran y buena noticia: “Hay un tesoro escondido que espera ser encontrado y que te va a dar la felicidad plena”.
Desde que pensó en ti quiso tener una historia personal de
amor contigo. Te creó por amor, te hizo diferente, especial y únic@. Eres fruto
de su amor. Existes porque te ama. Te ha sostenido, rescatado, acompañado y
todo lo que te rodea también lo ha creado por amor y para ti. Todo está
habitado y envuelto por su amor. Y un día descansarás en quien siempre y por
toda la eternidad te amó, te ama y te amará
Una historia personal de amor incondicional, de amor
paciente, de amor fiel, de entrega generosa y gratuita…
Fuimos concebidos en el corazón de
Dios, y por eso “cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios.
Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario”
Laudato Si 65. (Papa Francisco)
Ya es hora de despertar, de abrirnos a ese Amor que se nos
regala y que no descubrimos, acogemos y abrazamos, por enredarnos en otras
cosas, en el ruido, en nuestras creencias limitadas y cuadriculadas, en los
“tengo que…”, en el cumplimiento…
Ya es hora de vivir esa historia personal de amor incondicional
de ida y vuelta
Ya es hora de dejarme abrazar por el amor a través de todo
lo creado, y de igual manera amar todo lo creado y amado por Dios.
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