Los
políticos hacen sus campañas de gobierno cuando se acercan las elecciones. Cada
uno se identifica con unos u otros en función de la tradición heredada, de su
escala de valores, de intereses particulares… Y con nuestro voto damos nuestro
apoyo, depositamos nuestra confianza.
Hay
demasiadas ofertas que nos seducen hoy queriendo que participemos en otros
equipos pero ¿Acaso alguno de ellos nos asegura la verdadera felicidad y una
vida plena? ¿No se trata de espejismos que tratan de deslumbrarnos y nos
conducen a perdernos?
Jesús
llegó un día también a presentarnos su plan, su proyecto de amor. Ser parte de
él no es tan sencillo como dar un voto, no es cuestión de un acto externo y
puntual. Formar parte de su equipo es involucrarse en él con la vida
Ser
parte del equipo de Jesús implica dejarle ser y hacer, ceder el control,
obediencia y humildad, renunciar, abandonarse, confiar, perdonar, amar… No es
tan simple como decir sí un día y ya… es necesario morir a sí mismo. En este
mundo, en el que de tantas maneras se nos invita a lo contrario, no es fácil
pero sí posible. Es necesario desearlo y permitir que la gracia haga el resto.
Que
existan tantas personas participando y entregadas en el equipo de Jesús
haciendo realidad su proyecto de amor, construyendo el Reino… y que además
tengan esa paz en su corazón y estén alegres a pesar de las dificultades y
pruebas que vivan, a pesar muchas veces de no ver, de no entender… y que sigan
confiando en que todo es para bien, y se rindan y se entreguen convencidas de
que todo forma parte de su proyecto de amor…¿No son razones más que suficientes
para reconocer que merece la pena formar parte de este plan? ¿No crees que
todos tenemos cabida? ¿Tienes todavía dudas de que la invitación también es
para ti? ¿Desconfías de qué tu aportación es valiosa e importante?
Y el
“jefe”… ¿qué decir del “jefe”?. Se preocupa de sus colaborador@s, sostiene y
cuida sus vidas, les provee de todo lo que les conviene, les escucha y consuela
en sus desolaciones, les piensa cada segundo y les asegura que no les dejará
sino que siempre estará con ell@s. ¿Se puede soñar otro jefe mejor?
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