“Todo nos habla”, así titulé el libro que publiqué en
digital el año pasado con escritos del blog. Algo en lo que creo y que además
lo vivo. Y si quiero compartir esta anécdota no es para vanagloriarme sino para
animarte a estar atent@, a mirar y a escuchar más allá de lo que tus ojos ven y
tus oídos pueden oír, a descubrir el amor de Dios en todo lo que sucede, en
cada persona con la que compartes o te cruzas en el camino… Porque Dios está
vivo y se manifiesta de mil maneras para regalarnos todo lo bueno que nace de Él.
Decía hoy el padre en la homilía cómo muchas veces le pedimos señales para
sentir su presencia, para tomar una decisión, para hacer frente a una prueba…
pero es que la mayoría de las veces se experimenta tan clara su voz, su querer,
su consuelo, su paz y alegría que solo cabe dar gracias
Hoy tenía que dar un retiro. Hace dos días pasé por
la parroquia para ver dónde lo íbamos a ofrecer, cómo funcionaba el equipo… y
en un momento me dijo el sacerdote: “No te preocupes, yo voy a estar contigo”.
No fue él… esa frase me dejó sin palabras y todavía resuena en mi corazón y me
llena de un gran gozo. Esta mañana, mientras caminaba a cumplir mi misión,
sonreía al escuchar en mi interior lo que el Señor me recordó el otro día: “No
te preocupes, yo voy a estar contigo”. Y lo ha estado, como tantas otras veces,
como en todo momento, como lo va a estar siempre… lo sé, lo siento, lo vivo, me
lo ha dicho
Si todo hubiese quedado acá, habría sido más que suficiente
pero el Señor me tenía otro regalo, algo más quería decirme antes del retiro.
Una religiosa de más de 90 años acudió también a la cita. Tras darle un fuerte
abrazo de bienvenida abrió su bolso, sacó un sobre y me dijo: “Toma,
esto es todo lo que tengo”. Me faltó muy poquito para ponerme a llorar
pero, no tenía tiempo, me quedaban dos minutos para comenzar. No fue tanto el
sobre y el contenido… Esas palabras resonaron en mi corazón como a música
celestial… y es que no era ella, era el Señor que por medio de ella me estaba
diciendo que todo lo suyo me lo da, que todo lo de Él es mío. No puedo explicar
la paz y alegría que tuve en el retiro y que todavía siento en mi interior. ¿Cómo
dudar de su amor, de su cercanía… de Él?
¿Qué más puedo decir? Sólo me queda seguir dando GRACIAS POR TANTO Y TODO
Cuanto discernimiento y gratitud veo en ti Gloria!🙏💝
ResponderEliminarQue grande es Dios para los que lo buscan de todo corazón.
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