sábado, 11 de julio de 2020

“CUANDO OREN POR MÍ…”


Nunca como ahora hemos orado tanto unos por otros, nunca como ahora se han hecho tantas cadenas de oración… Y lo que más se pide: el fin de la pandemia, no enfermar o sanar.
Pues bien… cuando oren por mí no pidan que Dios me libre de esta enfermedad o que no me vaya a morir. Yo quiero querer lo que Él quiera. Si quiero seguir a Cristo quiero estar disponible para que pueda hacer su voluntad en mí. Además sabemos que todo no termina con la muerte. ¿Por qué ver la enfermedad como una desgracia en vez de una oportunidad de crecimiento y encuentro con el Señor? ¿Por qué ver la muerte como enemiga o cómo algo a evitar a toda costa si es una realidad por la que tarde o temprano todos pasaremos? ¿Acaso la muerte no será el momento, para nosotros que creemos,  del encuentro definitivo con el Padre?

Cuando oren por mí, pidan al Padre Bueno que me encuentre con Él, que me abra a su infinito amor y misericordia, que me sienta acompañada por Él. Eso es todo lo que necesito. Gracias por sus oraciones.

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