Para
Dios lo que cuenta es la persona. Somos seres humanos que necesitamos relacionarnos
para crecer y madurar. ¿Qué actitudes y sentimientos tener con los otros si nos
llamamos cristianos y queremos seguir a Jesús? Los mismos que tuvo Jesús
poniendo a Dios, o sea al amor, en el centro de nuestras vidas.
En la
vida son frecuentes los conflictos por querer defender la propia verdad, o la
imagen, o los intereses personales. Es algo normal y natural porque somos
distintos. El problema es cuando no somos capaces de escuchar al otro,
dialogar, reconocer nuestra responsabilidad en lo ocurrido y además juzgamos.
El centro deja de ser Dios porque ahí no está presente el Amor.
Para
Dios lo que cuenta es la persona. La persona está por encima de cualquier
conflicto de intereses. Una cosa es la persona y otra el incidente que tuvimos
con ella. Si queremos que Dios sea el centro de nuestra vida, tener al Amor por
bandera, dejarle ser y hacer… la humildad y la capacidad de pedir perdón y
perdonar han de caracterizarnos.
El amor,
la humildad, la compasión, la misericordia, el perdón, la tolerancia, la
capacidad de escucha, la empatía, el mirar a los otros como Jesús les mira… NOS
HACE GRANDES.
El
preocuparnos por la persona por encima de lo que dijo o hizo… NOS HACE GRANDES
El
reconocernos pequeños, en proceso, heridos, con dificultades y fallos… el
mostrar nuestra debilidad y vulnerabilidad… NOS HACE GRANDES
Porque
lo que realmente cuenta, lo que realmente tiene valor, es la persona en sí, una
persona Hija de Dios a la que Él ama, perdona y mira con la misma ternura,
misericordia y bondad que a ti y a mí.
Gracias Gloria, es de gran ayuda para mi ,no se para los demas esas reflexiones diarias.palabras precisas en el momento justo..Ojala todos lo pudiesemos leer y reflezion ar todos los textos del blog..Dios le Bendiga y la guarde siempre..
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