domingo, 23 de enero de 2022

“¿A DÓNDE IREMOS SIN SU ESPÍRITU?”

 



Ayer beatificaron en El Salvador a: Rutilio Grande, Manuel Solórzano, Nelson Rutilio Lemus y Cosme Spessotto. No todos estamos llamados al martirio pero los que lo están indudablemente cuentan con mucha gracia de Dios y no es de extrañar hasta donde llegan porque es el mismo Espíritu el que los empuja. Así le pasa a Jesús hoy… empujado por el Espíritu Santo regresa a Galilea y comparte con todos los presentes su misión. Habla de Su misión, no de la tuya ni la mía. Y es que a veces nos imponemos cargas que no nos corresponden, asumimos responsabilidades que no son nuestras, nos forzamos a hacer cosas que no van ni acordes con nuestras capacidades.


A cada uno el Espíritu nos da unos dones y nos empuja a determinadas acciones. A cada uno nos lleva por caminos distintos pero a todos nos conduce al mismo lugar.


No se trata de compararse, de envidiar, de competir, de destacar… sino de escuchar, dejarse llevar, dejarse hacer. Porque no sé si a ti te pasa pero a mí hay veces que no tengo ni la ilusión, ni la fuerza, ni siquiera el deseo… es como si el Espíritu se hubiese echado a dormir. No estoy hablando de tibieza espiritual, en éste caso ya sé que soy yo la responsable por enfriarme y descuidar lo importante. Te hablo de estar en la onda pero parecerme que Dios está ausente, es como una sensación de orfandad que solo puede ser  alimentada con la fe. Tras esta mini confesión continúo con mi reflexión. Si se trata de ir a su ritmo, detrás de Él y dejarse guiar ¿Para qué apresurarse? ¿No son acaso también productivos y de purificación esos tiempos de estar, esperar, de no ver, de no saber, de no entender?. Estoy segura de que sí porque, entre otras cosas, se crece en humildad al reconocer que nada se puede sin su amor y su gracia. Y estoy convencida de que cualquier intento si no está abocado al fracaso, casi seguro que no dará mucho fruto.

Conclusión a la que vuelvo a llegar… sin el Espíritu nada hacemos, nada podemos… sin su amor y su gracia difícilmente construiremos el Reino.

Que su Espíritu guíe y empuje nuestras pobres vidas

No hay comentarios:

Publicar un comentario