Los Reyes siguieron la estrella que les encaminó hasta el Mesías, una luz les guio.
Nuestra alma,
como la de ellos, anhela encontrarse con el recién nacido, con el creador de
todo y de todos, con quien nos sostiene y nos da vida pero ¿Qué estrellas o
luces seguimos? ¿Los caminos por los que transitamos, y que libremente
escogemos, nos conducen hasta Él? ¿A qué invitaciones respondemos? ¿Hacia dónde
se orientan nuestros pasos, acciones, decisiones…?
Quizás no somos
conscientes de la necesidad de nuestra alma de encontrarle pero creo que es
inherente a todo ser humano.
La verdadera
felicidad depende del rumbo que tome nuestra vida, de la estrella a la que
seguimos
Que estemos
atentos a las luces que nos conducen al encuentro con Dios, con nuestra esencia,
con la verdad
Que no nos
dejemos seducir o deslumbrar por otras luces que nos pierden acrecentando
nuestra insatisfacción, tristeza y vacío interior
Nadie está
excluido de participar, de recibir, de ser abrazado por la Buena Noticia, por
la Vida, por el Amor. Sus brazos están abiertos para todos y esperando dárnoslo
TODO
Que la luz, que
la estrella, que guio a los Magos atrape todo nuestro ser, nuestra atención, y
la sigamos.
Es cierto, tenemos que saber elegir las estrellas que nos guíen hacia la Verdad y no es fácil porque hay muchas falsas señales que nos pueden seducir.
ResponderEliminarQue El nos ayude a elegir la estrella adecuada
La buena luz ✨ que nos guía siempre.
ResponderEliminarHay que ser astutos para diferenciar la Luz ME y BE... aveces hacemos cosas que nos hacen estar bien. Pero, esa es señal que nos apartamos de Dios