sábado, 29 de enero de 2022

“NUESTRAS TEMPESTADES”


“En aquel tiempo se levantó una fuerte tempestad”. Hoy son sucesos, acontecimientos, situaciones adversas, la relación con los otros… los que provocan emociones que nos zarandean y desequilibran con riesgo de naufragar. Tempestades que nos desconectan de nuestro ser, de nuestra Fuente, de Dios… porque nos enredamos en lo de afuera, en lo externo, haciendo caso omiso a quien nos habita.

Solo dos palabras: “Silencio, enmudece”. Déjate de discursos, argumentos, explicaciones… Déjate de quejas y lamentos. Déjate de culparte o culpar a otros. Déjate de victimizarte.

Silencio… Silencio y volver la mirada al interior, a lo profundo. Acallar los ruidos externos e internos. Y así poder conectar otra vez con la paz y el amor que permanece siempre ahí. (Cuando hablamos por whatsapp a veces se pierde la señal. La persona sabemos que está al otro lado pero no hay manera de poder hablar con ella. Con el Señor también perdemos a veces la señal y es necesario reestablecer la relación y comunicación por medio del silencio y el encuentro personal para experimentar la paz y la calma que somos y tenemos, la paz que un día nos dio y nos dejó para siempre)

“¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?”. Todos, consciente o inconscientemente, nos vemos envueltos en infinidad de tormentas. El problema no es tanto la tempestad sino el consentir permanecer y recrearse en ella en lugar de poner los medios para salir y recuperar la calma. “Silencio, enmudece”

¿Hay alguna tormenta de la que no podamos salir?


2 comentarios:

  1. Grande lección divina que, nos recuerda Nuestra Fe, en y cómo está, débil o fortalecida? Oh, que no olvidemos que siempre ahí Está el SEÑOR 💗.

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  2. Muchas tormentas hay que nos mojaron y nunca hemos querido secarnos o cambiar de ropa para seguir adelante. Gracias Gloria tkm.

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