jueves, 4 de febrero de 2021

“SILENCIO, CÁLMATE”

 

Es lo único que dice Jesús cuando, en medio del mar y en plena tempestad, los discípulos le despiertan aterrados por el miedo

Tormenta, ruido, viento, las olas estrellándose contra la barca y el agua entrando. Hoy son los múltiples quehaceres, las falsas creencias, las ideas irracionales, las fantasías que armamos en nuestra cabeza, las preocupaciones, los ruidos internos, las dudas, las angustias, las prisas, las deudas…

Y mientras tanto, Él duerme. Duerme porque se sabe hijo amado, porque se sabe dependiente del Padre, porque vive confiado en su providencia amorosa. Sabe que estás lidiando con la tormenta  pero te deja luchar contra tu tempestad porque respeta tu libertad y no quiere entrometerse

¿No le importa que te hundas? Claro que sí pero espera que le pidas ayuda, que seas humilde y reconozcas que solo con tu esfuerzo no lograrás lo que deseas, que confíes más en lo que Él puede hacer, que seas consciente de que formáis un equipo, la misión es compartida.



Y como te quiere, y como eres importante para Él, es a ti a quien dice: “Cállate, cálmate” Solo dos palabras dichas con la autoridad que solo una fe firme puede dar.

“Cállate. Haz silencio. Al menos desea hacer silencio y pon los medios… el resto lo hago yo, lo que tenga que pasar déjalo en mis manos”

“Cálmate. Baja el ritmo. Estate presente en lo que haces, vívelo, siéntelo, agradécelo. Enfócate solo en una acción cada vez”

Hacer silencio y estar plenamente en el aquí y el ahora, todo un desafío en este siglo XXI por el exceso de ruido, actividad y prisas

Hacer silencio y estar plenamente en el aquí y el ahora son los medios a nuestro alcance para reconocer y experimentar la presencia de Dios en nuestra vida

Eres libre, tú decides a quien responder: Al ruido y a la velocidad que exige la sociedad moderna o al silencio y a la calma a la que te invita Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario